jueves, 21 de febrero de 2008

viendo al cielo

fuera de la ciudad, de la no muy cosmopolita pero viciada ciudad, estaba ella, tirada en el pasto, contemplando el cielo, la falta de luz permitía ver claramente muchas estrellas, y por supuesto la tan publicitada luna eclipsada, era perfecto, el sereno de la noche era simplemente delicioso, y el café tenía un sabor inusualmente amable, el sonido de los grillos, las caricias del viento y ella no hacía más que pensar que en algún lugar había alguien para ella, alguien tan perfecto con el que le encantaría estar, alguien que se estaba perdiendo ese momento junto a ella, alguien que al igual que ella, la imag¡naba, alguien que la extrañaba sin conocerla...

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